lunes, 28 de marzo de 2011

Bienvenid@s a la web del

Aloe Vera

Aloe Vera
Podeis encontrar el cultivo, historia, usos medicinales, preparación, remedios caseros, mascarillas de aloe, jabón,etc...

Esta idea empezó gracias a las experiencias familiares que he vivido. Con mi hijo, debido a una alergia bastante fuerte, probamos con él en lo referente a las picaduras de insectos. Y de tener un bulto como una pelota de golf a desaparecer en pocos minutos. Mi mujer se quemó con la plancha el antebrazo y le dijo el médico que le iba a quedar una cicatriz bastante grande. Se puso aloe durante unas horas cambiandolo de vez en cuando y aparte de calmarle el dolor no le quedó ni una marca.

Tengo tres hijos y de continuo sufren de cortes, golpes, arañazos, picaduras,etc..... y ellos mismos piden aloe cuando les pasa algo.

Vivo en Lanzarote y el clima que tenemos aquí es el mejor para el crecimiento de esta planta. Mi casa la tengo llena de Aloe Vera pues, aparte de sus propiedades, es la planta más agradecida para el cultivo.

Aquí os describo mis experiencias con esta maravillosa planta, así como la documentación que he leido y lo que encontré navegando por la web.

Encontrareis su historia, remedios, propiedades, recetas para fabricar jabón casero, cremas, gel, etc......

Según un amigo, que la estudió para el trabajo de final de carrera....


¡NO CONOCEMOS NI EL 50% DE SUS PROPIEDADES!

Si tienes algun remedio o receta para publicar te agradezco que me la mandes y asi compartirla
 



HISTORIA

Se cree que el aloe se usaba ya en la prehistoria. Los primeros testimonios fidedignos sobre el conocimiento del aloe los encontramos en Egipto.
Aproximadamente en el 3000 a. de C. Hay representaciones pictóricas que adornan algunas tumbas y monumentos funerarios. En China hay dibujos en los que se representa la planta del aloe atribuidos a un pintor de corte que vivió durante la dinastía del primer emperador chino, Fu-Hsi, hacia el 2700 a. de C.

La noticia epigráfica más antigua que se conserva sobre el uso medicinal del aloe vera aparece en unas tablas de arcilla cocida que proceden de Sumeria y fueron escritas hacia 2100 a. de C. En ellas se describen mediante signos cuneiformes las propiedades laxantes de la planta.

A pesar de que el aloe se cita en textos anteriores, como los códices del emperador Shon-Nung (hacia el 1800 a. de C.), o algunas tablillas babilónicas de esa misma época, se considera el papiro Ebers o El Libro Egipcio de los Remedios ( 1550 a. de C. ) como el primer compendio médico en el que aparecen fórmulas para la fabricación de elixires con el zumo de aloe.

Hacia el 700 a. de C., el Ayurveda hindú, también dedicado a la medicina natural, atribuye al aloe propiedades curativas en dolencias relacionadas con el hígado y los aparatos digestivo y respiratorio; y aplicado de forma externa para curar quemaduras, heridas, herpes, cortes… Sabemos que, además, a partir del siglo VI a. C. se usaba en la India para acondicionar el cabello y mejorar el aspecto de la piel. Los hindúes creían que la planta del aloe vera crecía en los jardines del Edén y la llamaron "la curadora silenciosa ".

Los médicos tradicionales de la antigua China la consideraron como una de las plantas con mayores propiedades terapéuticas y la llamaron "el Remedio Armónico". Entre los códices más antiguos figura el Libro de las hierbas medicinales, una auténtica enciclopedia escrita en 10 tomos en la que se aconseja aplicarse aloe como un eficaz remedio contra quemaduras, esguinces, torceduras, heridas, picaduras y todo tipo de lesiones externas. Asimismo se recomienda su ingestión para tratar afecciones renales, hepáticas, digestivas y como laxante, reconstituyente y tónico general.

En el siglo V a. de C., el griego Hipócrates (460-377 a. de C.), padre de la medicina moderna, alude en numerosas ocasiones al aloe en su Canon de Medicina, una gran enciclopedia médica de la que conservamos algunos tomos. Hipócrates revolucionó la medicina gracias sobre todo a la modernidad de su ideario, pensaba que “en la naturaleza había un remedio para cada enfermedad” y que no existía una dolencia tan grave que no tuviera cura, pues “para grandes males, grandes remedios”. Hipócrates recoge en sus escritos el uso del aloe para tratar quemaduras, picaduras de insectos, heridas…

Un siglo más tarde, sin duda inspirado en el canon de Hipócrates, Teofrasto incluye en su Tratado de las causas de la vegetación todas estas aplicaciones del aloe vera y añade algunas otras. Algunos autores sostienen que fue Teofrasto (384-287 a. de C.) quien sugirió a Aristóteles la conveniencia de aprovisionarse con grandes cantidades de esta planta para tratar las heridas que las tropas de Alejandro Magno sufrían durante sus innumerables conquistas. Según la leyenda, unos de los motivos de su expedición a la India fue precisamente la conquista de la isla de Socotra, en la costa este africana, al sur de Arabia. Esta isla era el principal centro de producción de aloe y la base de todo comercio fenicio con esta planta. Con la conquista de Socotra, Alejandro Magno se aseguraba una provisión permanente de aloe para curar las heridas de sus soldados. Ya en el siglo I de nuestra era, el botánico y médico griego Dioscórides (41-90 d. de C.) se refiere al aloe en su De materia medica, atribuyéndole propiedades purgantes, preventivo de infecciones, fortalecedor del estómago e intestinos, calmante del dolor y eficaz en el tratamiento de llagas, quemaduras, hemorroides, cortes, alopecia, ezcemas… Sitúa asimismo el origen de la mayoría de las especies de aloe en África, distanciandose así de Teofrasto, que lo creía oriundo del lejano oriente. La obra de Dioscórides ejerció una enorme influencia en el mundo árabe, donde se difundió extensamente, gracias a ello el aloe goza hoy de una merecidísima buena fama en el mundo musulmán. Al mismo tiempo, en el imperio romano surge la figura de Plinio el Viejo (23-79 d. de C.), autor de un extenso tratado titulado Naturales Historia, donde recoge y amplía muchas de las recetas de Dioscórides. Plinio atribuye al aloe la curación de úlceras, llagas, quemaduras, heridas…, no obstante, al igual que hizo Heródoto con algunos episodios de su Historia para los que no tenía fuentes, fabuló y superpuso supersticiones y creencias mágicas a ideas científicas, aunque sin abandonar el sentido común ni la casuística, ya que basó muchos de sus remedios en el ensayo y la observación. Galeno (129-200 d. de C.) fue el último gran médico de la Antigüedad que se ocupo del aloe en su obra, Ars Medica, basada en el concepto hipocrático de que todas las respuestas a las enfermedades humanas estaban en la naturaleza. En muchas regiones del sur de África, como el Cabo de Buena Esperanza, Etiopía y Somalia se usaba el aloe desde tiempos inmemoriales para lavar el cuerpo y los cabellos. Con lo que conseguían una eficaz protección contra el sol y un fantástico repelente de todo tipo de insectos, lo usaban asimismo para eliminar su olor corporal cuando iban de caza y para curarse todo tipo de heridas.

Con la llegada del cristianismo, las sagradas escrituras citan de nuevo el aloe a través de San Juan:

"También fue Nicodemo, el que había ido de noche a ver a Jesús, llevando unas cien libras de mirra perfumada y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los aromas, según la costumbre de enterrar de los judíos." (Jn 19, 39-40)

A partir del siglo VIII, los árabes, conocedores de las virtudes de esta planta a través de Dioscórides y a la que llamaban "Lily del desierto ", la usaban tanto de forma interna como externa. Durante la Edad Media, y bajo el dominio musulmán, existían en Al- Andalus grandes plantaciones de aloes, entusiastas propagadores del uso medicinal del acíbar, que utilizaban a menudo como purgante. A ellos debemos la difusión del aloe en Europa, y especialmente en España y la cuenca mediterránea, donde se impuso además como planta ornamental. En el siglo X, el filósofo médico persa Avicena (ibn Sina) estudió y desarrolló remedios elaborados con plantas medicinales, entre ellas el aloe, del que dice que es especialmente eficaz para tratar las afecciones oculares y la melancolía (sic).

En el siglo XII el médico italiano Matteo Plateario escribe el Liber de simplice medicina, uno de los tratados medievales más rico y detallado sobre las propiedades curativas de plantas y minerales. En él habla del aloe como una planta mágica que crecía en Babilonia, desde donde se repartía por todo el mundo a través de sus ríos. También en el siglo XII, el médico cordobés Averroes, cita el aloe en su obra médica para tratar algunas dolencias. En esta época Alandalus es el principal foco de cultura y ciencia, de allí proceden algunos de los mejores médicos de la época (Arib ibn Said, Abulcasis, Al gafiqi, Isaac… ), y es notable la presencia del aloe en todos los herbarios.

Durante toda la Edad Media el aloe siguió formando parte del acerbo cultural, a pesar de que algunos textos grecolatinos se perdieron o fueron mal traducidos, el aloe se siguió utilizando como tónico estomacal, purgante, cicatrizante, desinfectante… Se dice que los templarios tomaban un bebedizo a base de cáñamo, vino de palmera y pulpa de aloe cocidos al que llamaban “elixir de Jerusalén”, y al que atribuían su buena salud y su longevidad. Aunque hasta finales del siglo XV y principios del XVI no se desarrolla la botánica como una ciencia propiamente dicha, el cultivo de plantas medicinales está documentado ya en el siglo XIII. El invento de la imprenta difundió la nueva ciencia por todo el mundo. También Colón, en sus viajes a América, observó como utilizaban el aloe en distintas islas del Caribe parar curar ampollas, heridas y picaduras de insectos: “Cuatro son los alimentos que resultan indispensables para el bienestar del hombre: el trigo, la uva, la oliva y el aloe. El primero lo alimenta, el segundo le vanta su ánimo, el tercero le aporta armonía y el cuarto lo cura” (Cristóbal Colón, 1451-1506).

Esto demuestra que el aloe existía también en el continente americano y no llegó allí con la conquista, como se ha afirmado alguna vez. El aloe forma parte de las tradiciones indígenas americanas, se conocía desde tiempos inmemoriales y tenía una gran importancia curativa y espiritual, tanto para los indios que habitaban el centro de México como para la civilización Maya. Sin embargo, tras la conquista de América, fueron los jesuitas españoles los que más contribuyeron a su expansión por todo el continente. Llevaron el conocimiento del aloe a los distintos lugares de América donde establecían sus misiones. De esta manera extendieron su cultivo y utilización por todo el continente. Introdujeron la planta en puerto Rico, en Jamaica y, probablemente, también en Barbados, de la que procede su nombre científico, Aloe Barbadensis. Hay también evidencias de que fueron los jesuitas quienes llevaron el aloe a las Antillas holandesas e incluso a Filipinas. En el siglo XVI Paracelso se refiere al aloe en su Botánica Oculta de la siguiente manera: “…misterioso y secreto el aloe, cuyo jugo de oro cura las quemaduras y los envenenamientos de sangre”.

No obstante, ya sea por la desaparición de la cultura árabe en el viejo continente, o por lo poco propicio de su clima para cultivar el aloe, durante el Renacimiento cayó casi en desuso y su consumo se ciñó al polvo concentrado que, proveniente de los países tropicales, se usaba como laxante. En Europa el aloe perdió su fama de planta curativa y en muchos casos sus virtudes se consideraron más un mito que algo real, pues al utilizar la planta que venía de climas más cálidos esta llegaba mermada en sus propiedades y apenas tenía efecto. Este fenómeno fue básicamente Europeo, pues en las costas mediterráneas, norte de Africa, Medio Oriente, América y la India siguió cultivándose y usándose profusamente. En dichas zonas podían utilizarse las hojas frescas y el aloe resultaba realmente efectivo ya que, debido a su rápida oxidación, debía consumirse rápidamente.

Durante la Segunda Guerra Mundial se redescubrió el valor terapéutico del aloe y ha sido en nuestros días cuando sus propiedades se han probado clínicamente.Si bien es cierto que se ha conservado su uso casero a lo largo de las generaciones y de la cultura de los pueblos, no es hasta el fin de la IIª Guerra Mundial que redescubrimos el poder terapéutico del aloe, al comprobar que los habitantes de Hiroshima y Nagasaki, los cuales padecieron quemadas, después de un tratamiento con aloe se curaban más rápidamente y en muchos casos sin señales ni cicatrices.


Curiosamente, el primer logro del aloe en su reconocimiento médico se produjo cuando aparecieron los primeros aparatos de rayos X. Gracias a las investigaciones llevadas a cabo por el doctor Collins y su hijo a partir de 1934 se comprobó la extraordinaria eficacia de esta planta para curar las quemaduras que los rayos X producían a pacientes y médicos. A partir de estas investigaciones, que se prolongaron durante 20 años, el aloe recobró su popularidad y se recuperaron muchas de las aplicaciones perdidas durante la Edad Media y el Renacimiento, diversos estudios, principalmente en Estados Unidos y la antigua URSS demostraron las propiedades curativas del aloe en dolencias tales como úlceras, eczemas, quemaduras y un amplio espectro de enfermedades cutáneas. En 1964 Salisbury y Lorezzeti demostraron que el aloe inhibía la acción de algunas bacterias, como la salmonena o el estafilococo, causantes entre otras afecciones de los forúnculos o la fiebre tifoidea. En la década de los sesenta varios médicos americano demostraron que el aloe inhibía el desarrollo de gran variedad de microbios causantes de diversos tipos de infecciones; en Japón se demostraron sus propiedades antiinflamatorias y en 1970, el farmacéutico Bill Cotas, consiguió separar la aloína de la corteza y estabilizar el gel tomado de la hoja añadiéndole vitamina C (ácido ascórbico), vitamina E (tocoferol) y sorbitol, lo que masificó el uso del aloe y creo una industria asociada a esta planta.

Los aloes de España proceden del continente africano, siendo un punto destacado el archipiélago canario, situado a corta distancia del norte de África. Esta tierra es rica en aloe, ya que tiene el clima idóneo para su cultivo, creciendo incluso de forma silvestre en todas las latitudes del archipiélago.

CULTIVO

Como el aloe vera crece en climas cálidos de tipo desértico, sus principales enemigos naturales son: el exceso de agua y el frío por debajo de los 10º C. Por contra es muy resistente a las plagas y a la falta de agua.

Para evitar las malas condiciones atmosféricas, es conveniente plantar el aloe en lugares resguardados. No obstante, requiere mucha luz, aunque no es preferible que no esté expuesta de forma directa.

El terreno tiene que ser arenoso, aunque no es una condición imprescindible, ya que también crece en óptimas condiciones en tierras volcánicas, como es el caso de las Islas Canarias. Lo que sí es muy importante es que el terreno tenga un buen drenaje y sea ligeramente ácido.

La siembra debe realizarse dejando una distancia de dos metros entre una planta y otra, ya que el aloe echa grandes raíces y pueden llegar a enredarse unas con otras, quitándose así los recursos naturales o fusionarse hasta convertirse en marañas de matas que se ahogan entre sí. La reproducción es por estolones, siendo el otoño la mejor época del año para llevar a cabo este proceso. Nunca debe realizarse en invierno.

El riego no es un elemento imprescindible, gracias a su gran resistencia a la falta de agua. Aún así, es recomendable regarla con poca agua, lo que nos permitirá dos recolectas anuales. En caso contrario, sólo podemos cortar hojas una vez al año.

Si se desea tener una siembra personal en casa debe realizarse de la siguiente manera. Para su cultivo, es mejor hacerlo en maceta de barro en vez de plástico. Este lo llenaremos con tierra normal de jardín con un 50% de turba, a partes iguales. En el fondo pondremos un drenaje de dos dedos de grava. Se cubrirá la planta hasta el nacimiento de las hojas, esperando un par de semanas, para empezar su riego, así dará tiempo a cicatrizar sus heridas durante el trasplante. Situar la planta en lugar soleado y cálido, donde tenga mucha luz de sol.

En el invierno, la protegeremos del frío. Su reproducción mediante hijos que le nacen alrededor. Cuando estos tengan una altura de cuatro dedos, se han de separar de la planta adulta. Lo podemos hacer de dos maneras: Hurgando con los dedos, hasta encontrar su unión de madre e hijo, y la otra, sacándola totalmente de la maceta, separándola de la madre con más precisión y con todas sus raíces, aprovechando así, para recortar las raíces de la planta madre, si es que las tiene demasiado largas, y añadiendo abono vegetal orgánico en la tierra al plantarlo de nuevo.

Hay que recordar, que no se puede regar durante las dos primeras semanas después de su transplante.

Hay muchos tipos de Aloe. Para evitar, que la planta se pueda polinizar por otra clase de Aloe y las semillas se vuelvan híbridas, hay que asegurarse que no hay otros aloes cerca (recordar, que el viento es un agente polinizador muy activo). Si no se tiene la seguridad que esto pueda suceder, hemos de cortar la vara de la flor a media altura, por debajo de donde están las flores, antes de que se abran. El resto de la vara, lo sacaremos fácilmente, cuando esta quede seca.

Todas las plantas de Aloe tienen propiedades curativas, sobre todo las adultas de tres años aproximadamente desde que han hecho la flor.
Advertencia
Hay distintos tipos de aloe que no deben mezclarse, porque se corre el riesgo de polinizar unas plantas con otras, creando híbridos que desvirtúan las características del aloe que queremos obtener. En caso de no estar seguros de que esto pueda ocurrir, la mejor opción es cortar la vara de la flor a media altura, por debajo de donde están las flores, antes de que se abran. El resto de la vara lo sacaremos fácilmente, cuando esta quede seca.

El aloe es como un ser vivo, por tanto nace, crece y se reproduce. Esto significa que de la primera semilla que frota saldrá una planta madre, de cuya raíz nos pueden salir otras plantas de aloe consideradas sus hijos. Estos hijos deben ser cortados de raíz cuando tengan la altura adecuada (unos cuatro dedos), para ser replantados a la distancia pertinente, de forma individual.

Las propiedades curativas del aloe se manifiestan cuando la planta llega a la edad adulta, hecho que sucede a los tres años, aproximadamente desde que han hecho la flor.
Recolección

La recolección debe realizarse cuando el aloe tiene entre dos y cinco años, es decir, cuando es una planta adulta. El corte hay que hacerlo sobre las hojas más bajas, exteriores y más próximas a la tierra, porque son las más viejas y tienen concentradas todas su propiedades curativas. La herida cicatriza sin alterar el crecimiento de la planta.

La cosecha podrá tener dos cortes si se riega, si no sólo podrá cortarse una vez al año. Los cortes se harán en los meses de febrero y marzo el primero, y de septiembre y octubre el segundo. En definitiva, tendrá que haber una duración de seis meses entre corte y corte.

Si se guardan todas las condiciones expuestas en estas páginas, la planta del aloe vivirá bastantes años, pudiéndole sacar un rendimiento óptimo e incluso ampliar la cosecha de forma sistemática con las nuevas semillas y "descendencia" producida por el aloe.
Tratamiento

Las células del pericyclic localizadas en la parte más alta de los bultos vasculares contienen un líquido amarillo conocido como la savia amarilla o látex. Este material contiene altas concentraciones de aloin y similares de anthraquininones, lo que ejerce una poderosa acción laxante cuando se ingiere.

Para evitar contaminar el filete interior con la savia amarilla se desarrolló el método tradicional de fileteado a mano del aloe vera. En este método se corta con un cuchillo afilado la base de la hoja en aproximadamente una pulgada, así como también se corta una superficie de entre dos y cuatro pulgadas de la parte superior de la hoja, y las partes laterales en las que se encuentran pequeñas espinas.

Una vez pelada la hoja, se introduce un cuchillo en la capa de la jalea que se encuentra pegada a la hoja y se quita la parte superior; la misma operación se realiza para la parte inferior.

Como todo este proceso del fileteado es muy laborioso se han diseñado máquinas capaces de imitarlo, pero generalmente el producto contiene más altas cantidades de laxantes anthraquinone que las que contiene el aloe vera fileteado a mano de la forma tradicional.

También existe otro proceso de gran eficacia para obtener jugos de la savia del aloe más eficaces. Éste es el de la hoja entera, que actúa de la misma manera para remover la base y la punta de la hoja de aloe, que el fileteado tradicional. Luego se corta la hoja en secciones y se deposita sobre un lugar adecuado para continuar con el proceso, donde el material es tratado con productos químicos especiales que rompen la estructura hexagonal del filete liberando los elementos que lo constituyen.

Por medio de una serie de ásperos filtros y pantallas o pasando a través de una máquina para hacer jugos, las partículas de la cáscara son removidas. Después el jugo sale a través de varias columnas de filtros las cuales remueven los agentes laxantes indeseables.

Todo este proceso, desarrollado adecuadamente, puede producir un jugo rico en componentes virtualmente libre de los elementos laxantes.

 PREPARACION
JUGO DE ALOE VERA

Es la pasta que se obtiene macerando o rallando hojas completas, incluida la piel, la pulpa y las espinas. Se machacan las hojas con un mortero , o rallándolas y mezclándolas hasta obtener una pasta homogénea. También se pueden hacer metiendo las hojas en la licuadora. Este preparado es ideal para uso externo en forma de apósitos o de compresas que se pondrán sobre llagas, quemaduras, heridas, urticarias, etc.


LA PULPA

Se prepara igual que el jugo y se le deja macerar. Se le puede añadir alcohol u otros conservantes como el benzoato monosódico, ácido cítrico, glutamato de potasio etc. Se puede aplicar como tópico, con un algodón o un hisopo, llegando a lugares a los que no se alcanzaría con la hoja con las encias, caries, ventanas nasales. Aplicado con compresas se utiliza como paliativo de las quemaduras solares y diluida en agua hirviendo.

EL ZUMO
Se obtiene de la filtración de la pulpa y sirve para hacer inhalaciones. Los excedentes sólidos de la pulpa que ha sido filtrada sirven para preparar el aloe en polvo.

POLVO DE ALOE

Se prepara con los residuos sólidos del jugo de aloe y se hace dejándolos secar al sol o al horno suave, después se muele, hasta que formen un polvo terroso. Sirve para hacer tisanas. El té se prepara secando hojas enteras o en trozos y a continuación se muelen. Las tisanas de aloe previenen los mareos producidos en los coches o en los barco, también se utilizan en las crisis asmáticas y en los accesos de tos.

TINTURA DE ALOE
Ingredientes:
Hojas de aloe completas......350 g.
Alcohol medicinal de 96º......550 cc.
Agua destilada o mineral.....450 cc.
Se machacan las hojas bien en el mortero y se mezclan con el alcohol y el agua. Se dejan en maceración 20 días , agitándolo bien durante un minuto todos los días. A continuación se filtra, primero con una tela fina de algodón y posteriormente con un papel de filtro y se envasa en una botella oscura o protegida de la luz.

INFUSION DE ALOE
De 3 a 4 g de polvo de aloe (media cucharadita de té por taza. Evita los mareos de coches y barco.

USOS  MEDICINALES

La sábila es un increíble antitóxico y antimicrobiano. Es astringente, analgésico y anticoagulante. Es un vigoroso estimulante del crecimiento celular. La tintura o el zumo diluidos en agua a partes iguales, usadas varias veces en forma de gárgaras de 3 a 4 minutos, actúa eficazmente contra los dolores dentales y de las encías, neuralgias, aftas, laringitis, disfonía amigdalitis, anginas, placas y cualquier afección bucal o faríngea.

Cura las heridas necrosantes, como las quemaduras, regenerando los tejidos y cicatrizándolos, restaurando a su vez la sensibilidad del área afectada.

Alivia el dolor de los golpes, esguinces, luxaciones, dolores musculares, artríticos y reumáticos, los pies cansados, cura las heridas cortantes, el herpes, la culebrilla, la tiña y las infecciones producidas por estafilococos y otras infecciones bacterianas internas como la gastroenteritis, colitis, enterocolitis, vaginitis, cervicitis, escorbuto, cólera, disentería, blenorragias, sífilis y otras enfermedades venéreas.

Cura las pequeñas heridas de las enfermedades eruptivas de los niños como el sarampión, la varicela, la escarlatina, etc. Ya que sus propiedades antiinflamatorias reducen la picazón y evita que los chicos se rasquen las ampollas. Con el aloe vera pueden tratarse las verrugas, los sabañones, el eczema, la psoriasis, la dermatitis seborraica, la erisipela, el pie de atleta, los callos y la "picazón de jockey", que es una infección por hongos en la parte interna superior de los muslos, las picaduras de insectos, arañas, escorpiones, serpientes, medusas y las plantas venenosas. Cicatriza la herida del ombligo del bebé y la circuncisión. Quita el dolor del crecimiento de los dientes.

Reduce los efectos de las alergias, indigestión, acidez estomacal, gastritis, úlceras duodenales y estomacales, úlceras oculares, hemorroides, afecciones del aparto digestivo, descongestionando el estómago, el intestino delgado, el hígado, los riñones y el páncreas.

Es un gran antiviral debido al polisacárido glucomannan. Sirve contra la gripe, la hepatitis, le neumonía vírica y la meningitis vírica. Contiene sustancias derivadas del polimannactato, que refuerzan el sistema inmunológico y el caso del SIDA evita que el virus se extienda por el organismo, ayudando a los enfermos a recuperar la vitalidad y los niveles energéticos normales.

Equilibra la tensión arterial y evita las disritmias cardiacas disminuyendo el riesgo de infarto. Es bueno contra la gota, las jaquecas y migrañas, la halitosis, el insomnio, en las dietas de adelgazamiento proporciona vitaminas y minerales sin aportar calorías ni azúcares y regula las menstruaciones. Elimina los parásitos intestinales. Tonifica el organismo y abre el apetito. Mitiga la osteoporosis y es antidiabético.

Calma el dolor de las várices y las mejora. Elimina totalmente el cáncer de piel aplicando jugo de aloe de dos a cuatro veces al día todo el tiempo que sea necesario, siendo imprescindible ser constante. Las cándidas, tricomas y demás infecciones o irritaciones vaginales desaparecen con aloe. Unas gotas de jugo de la pulpa en los oídos doloridos calma inmediatamente el padecimiento. Cuando los ojos están cansados o enrojecidos, se relajan de inmediato con unas gotas de aloe, además mejora las cataratas y otras enfermedades de los ojos.

REMEDIOS CASEROS

La aplicación de estas fórmulas es responsabilidad personal de quien las toma. Su uso no excluye el control médico, que de todas maneras se recomienda. Particularmente han de tenerse en cuenta todas las recomendaciones adicionales de dieta y de cuidado personal, como el ejercicio físico. Las enfermedades son manifestaciones específicas en cada ser, sus múltiples causas deben encontrarse en el análisis pormenorizado de la situación y modo de vida de la persona que las padece y no se puede suponer que el solo uso del Aloe, sin cambios en el modo de vida del paciente obren resultados óptimos. Las fórmulas pueden tener variantes personales, y deben ser usadas con un seguimiento personal muy atento de los resultados.
Antes de comenzar un tratamiento tanto interno como externo con aloe hay que tomar las siguientes precauciones:
La primera vez que se toma (ya sea en formas de zumo, pulpa, etc.) la ingesta ha de ser gradual ya que hay personas a las que les puede provocar vómitos, diarreas, inflamaciones cutáneas, hinchazones y mareos. Las mujeres embarazadas no debe usarlo bajo ningún concepto ya que es abortivo. La ingesta no es recomendable en pacientes con fiebre y problemas renales graves, como nefritis o cólicos.
ACNE
El Acné es causado por una profunda infección en los poros tapados por la grasa. Sucede generalmente en la adolescencia, porque la piel padece un proceso de cambio. Para tratar el acné con Aloe hemos de seguir estos pasos: Buena limpieza: Por la mañana y a la noche, hemos de limpiar nuestra piel. Hemos de tener cuidado, por que hay muchos jabones que son muy ásperos y no hemos de usar cremas grasosas para la piel. Aplicaremos jugo de Aloe más de una vez al día. Regenera los tejidos de las capas interiores hacia el exterior y absorbe el exceso de grasa.Este estimula las capas profundas de la piel; al empezar el tratamiento, puede que estado de la piel durante unos días sea peor. Hay que tener paciencia. Si el aloe se usa con regularidad, es efectivo para reducir gradualmente las cicatrices que produce el acné. Aplicaremos el aloe a la mañana y a la noche, durante el tiempo que sea necesario, unos cuantos meses, hemos de ser constantes, es un pequeño precio para un cutis mejorado. De esta manera, no tan solo ayudará a reducir las cicatrices, sino que dará salud y color a la nueva piel. Si queremos que el tratamientosea más efectivo, hemos de comer un trozo de aloe en ayuno por la mañana.
AFECCIONES DE PROSTATA
Se pican tres pencas de de Aloe con pepa de palta fresca y se licúa en un litro de leche y se hace hervir a fuego lento, se endulza con miel de abejas, se toma un vaso en ayunas y otro al acostarse. Durante tres o cuatro semanas.
ARTROSIS
Aplicarse cataplasma de Aloe Vera mezclado con miel, cáscara de naranja y barro rojo (colocarse en las noches). Comer dos dedos de Aloe Vea y consumir alimentos que contengan calcio.
BRONCONEUMONIA
Se pica un pedazo de Penca de Aloe de regular tamaño luego se hace hervir en un litro de agua y se da de tomar cada dos horas.
BRONQUIOS y VIAS RESPIRATORIAS
1.
Hagase inhalaciones con vapor de eucalipto diariamente cuatro veces al dia. Tomar Penca de Aloe una copita a la mañana y una a la noche.
2.
Despojar las hojas de su corteza y machacarlas. Luego, lavarlas por varios minutos para que pierdan su sabor amargo. Después, pasarla por una tela fuerte para quitarle toda el agua. Posteriormente, hervir durante una hora en un litro de agua y añadir 2 cucharadas de miel de abeja. Pasado ese tiempo, pasar nuevamente la pulpa por la tela y del jugo que se obtiene beber tres cucharaditas al día. Este remedio alivia la tos y los resfríados.
3.
Inhalar el jugo nebulizado –poner agua a hervir, echar una porción de cristales, dejar hervir un par de minutos, apagar el fuego e inhalar profundamente el vapor durante 3 minutos.
Sirve para casos de asma, rinitis, bronquitis, gripas, tos.
Se puede potenciar tomando además dos cucharadas de jugo de aloe puro por la mañana.
CAIDA DE CABELLO
La Penca de Aloe se corta y se presiona y dentro de esta planta brota un liquido gelatinoso cristalino transparente que se aplica en el cuero cabelludo dejándolo toda la noche y al dia siguiente se enjuaga con agua tibia y media tapa de limón. Hacerlo durante tres o cuatro semanas. Tendra resultados maravillosos.
CANCER: Receta para el cáncer del sacerdote Romano Zago
Ingredientes:
350/400 gramos de hojas de Aloe vera / Sábila (dos hojas grandes o tres medianas),
Medio kilo o un litro de miel pura de abejas,
40-50 ml (unas 6 cucharadas) de destilado (aguardiente, coñac, whisky, etc., que se usa como vasodilatador).
Preparación:
“Se eliminan las espinas de los bordes de las hojas y el polvo depositado en ellas, utilizando un trapo seco o una esponja. Después se cortan en trozos las hojas (sin quitar la corteza) y se meten en la licuadora junto a la miel y al destilado elegido. Se bate bien y el preparado está listo para su consumo. No hay que filtrarlo, ni cocerlo, sino sólo conservarlo con cuidado en el refrigerador dentro de un envase oscuro, bien cerrado”.
Dosis:
El Padre Zago recomienda la ingestión de una cucharada sopera media hora antes de cada una de las tres comidas principales. Se debe agitar bien el producto antes del uso. Una vez terminado el primer frasco, se recomienda someterse a una visita médica para comprobar el estado de la enfermedad. Según sea el parecer del facultativo, después de una pausa de varios días, se puede repetir el ciclo del tratamiento, hasta la eliminación del mal.
Debe utilizarse una planta madura de aloe, es decir de al menos cuatro años, y es importante que la miel sea también de óptima calidad y sobre todo natural, precisamente a causa de su carácter de “portadora” de las sustancias benéficas contenidas en el aloe.
La persona que toma la bebida a base de aloe puede experimentar erupciones cutáneas, o diarrea o en los casos más acentuados, conatos de vómito: pero, según el Padre Romano, ello indica que se va por el buen camino, y que los esfuerzos realizados comienzan a dar sus frutos.
Se desaconseja su uso a las embarazadas.
CASPA
Aplicarse Aloe Vera liquido gelatinoso 2 veces por dia, a la mañana y a la noche.
CIATICA
Restregar con la sabia de la aloe vera.
CORTES y HERIDAS
Pelar una hoja de aloe vera y aplicar en la herida para que no quede cicatriz.
COLESTEROL
Comer (en ayunas) a diario el tamaño de cinco dedos de Aloe Vera y tomar agua de lechuga hervida (como agua de tiempo).
DIABETES
Hacer hervir cuatro dedos de Aloe Vera en un litro de agua, tres veces por dia.
DISFUNCIONES DEL APARATO GENITAL FEMENINO
 La Cándidas, tricomonas y otras infecciones o irritaciones vaginales, desaparecen utilizando Aloe Vera. Los síntomas son Ardor, picor y aumento del flujo o moco cervical. Introduciendo un trozo de pulpa de Aloe Vera, y dejando actuar durante toda la noche, con un día o dos de tratamiento, la infección desaparecerá. Como prevención, usaremos el Aloe en los lavados vaginales con agua tibia.
DOLOR DE MUELAS
Masticar Aloe Vera durante 10 minutos, luego aplicarse en la cara como cataplasma.
DOLORES MUSCULARES
Restregar con la sabia de la aloe vera.
FIEBRE
Se pela de dos a tres hojas de Penca de Aloe y se coloca como cataplasma en el vientre.
GOLPES
Es muy recomendable cuando se golpea la cabeza poner cataplasma de de Aloe para desinflamar.
HEMORROIDES
1.
Aplicarse la Penca de Aloe como cataplasma durante 20 minutos. Se recomienda evitar picantes y alcohol durante 15 dias.
2.
Igualmente El aloe es ligeramente laxante. Lo podemos usar de dos maneras complementarias: Ingiriendo un trozo de pulpa por la mañana y/o introduciendo en el recto un trozo después de evacuar. Si fuera Exterior, además de ingerirlo, se ha de colocar un trozo de hoja abierta, cubriendo la zona afectada. Hemos de seguir el tratamiento de forma continuada, hasta la desaparición total de la hemorroide.
HERNIAS
Colocarse cataplasmas de barro con Aloe Vera molido, miel y cáscara de naranja ( en las noches) tomar Aloe Vera hervido 2 veces al dia.
HIGADO
Rayar un pedazo de Aloe Vera con la cáscara de un limón verde, tomar una vez por dia.
INSOMNIO, EXCESOS DE TABACO, BEBIDAS, CAFE y otros excitantes
Ingredientes:
Tintura de aloe......................100 cc.
Nuez moscada en polvo ...........5 g.
Se administra en dosis de diez gotas, tres veces por día, hasta que cesen los síntomas por completo.
PICADURAS DE INSECTOS, MEDUSAS, ORTIGAS, ETC...
Cuando se produce la picada de cualquier insecto, hemos de aplicar lo más pronto posible, un trozo de pulpa encima la picada. Notaremos gradualmente, la reducción del dolor y una rápida recuperación.
PIE DE ATLETA
Es una infección por hongos, más frecuentemente en hombres y especialmente en verano. La aplicación la haremos con una gasa empapada con jugo de aloe, que esta la pondremos alrededor de los dedos y la dejaremos actuar toda la noche, hasta la mañana siguiente.
PREVENTIVO PARA CUALQUIER ENFERMEDAD
Beber media Penca de Aloe Vera, hervida en media botella de vino dos veces al dia (una cucharada a la mañana y una a la noche).
PROSTATA
Picar 30 grms. de hoja de aloe vera con 1 cucharadita de aguacate machacada. Licuar en un litro de leche y hervir en fuego lento. Una vez hervido, endulzar con miel de abeja, beber un vaso en ayunas y otro antes de acostarse hasta notar la mejoría.
PSORIASIS y ERUPCIONES ECZEMATOSAS
La Psoriasis es una afección psicosomática causada por una vida poco equilibrada y por una sensibilidad especial en algunas personas. Para el tratamiento de la psoriasis hemos de comer dos trozos (de 2 Cm aprox.) de pulpa diariamente en ayuno y aplicaremos la pulpa o jugo dos veces al día sobre las zonas afectadas. La cura también requiere el uso de aceite de oliva virgen prensado en frío o algún otro hidratante. El aloe hace una reacción similar a los esteroides, como la cortisona, pero sin los efectos negativos de esta. Recordamos la importancia de respirar conscientemente.
QUEMADURAS Y ESCOCEDURAS
El Aloe es excelente como tratamiento en primeros auxilios. Para el dolor y reduce la posibilidad de infecciones y de cicatrices, al mismo tiempo agiliza el proceso curativo. Desde la antigüedad, se usa el jugo de Aloe como calmante, hasta en las quemaduras más serias. Aplicaremos continuamente, trozos de pulpa de Aloe con su piel, en la herida, y así evitaremos la posibilidad de infección, regenerando las células con poco o sin dolor alguno.
QUEMADURAS POR EL SOL
Recomendamos aplicarlo a la piel, antes de tomar el sol, ya que es protector de rayos ultravioletas. Recuerde que se ha de tomar el sol con precaución y moderación. Para el tratamiento de quemaduras leves, se aplica el jugo directamente en la piel, notando el alivio inmediatamente. Para quemaduras de más envergadura, pasamos un trozo de pulpa por encima de la herida, que este quede muy untada, así evitaremos el sobrecalentamiento de las células, y estas calienten a las vecinas, con la consecuencia de muerte por calentamiento celular. Se aplicará lo antes posible.
REGENERADOR VITAL
Ingredientes:
150 gr. pulpa de Aloe vera
250 gr. de Miel
Whisky
Lo primero es extraer la pulpa del aloe vera. Se le añade la miel y luego dos cucharadas de alcohol, que va a actuar como vasodilatador. En este caso utilizamos whisky. Se bate todo junto, hasta formar una crema. Se debe consumir una cucharada sopera tres veces al día. Notaremos pronto cómo nuestro organismo y su actividad celular se reactivan, nuestra piel está mejor y suben nuestras defensas.
RIÑON ACIDO
Tomar en ayunas el jugo de apio crudo y en el dia cascara de papas, un pedazo de Aloe Vera, 3 hojas de eucalipto hervido tres tazas al dia y baños de asiento en las mañanas.
SINUSITIS
Introducir en la nariz unas gotitas de Aloe Vera por las noches, colocarse como parche cáscara de Aloe Vera asado con miel.
TUMORES
Aplicarse Aloe Vera en forma de emplasto molida, miel de abejas y sal tostado en la parte del tumor y tomar Aloe Vera hervido durante todo el dia.
ULCERAS
Coja dos Pencas de de Aloe, lávelas bien. Luego se machaca y se hace hervir en un litro de leche y se toman tres vasos al dia antes de los alimentos. Es muy recomendable para las personas que padecen úlceras.
VISTA
El Aloe Vera se corta y se abre en el centro, donde brotara un liquido transparente. Se aplica una gota en cada ojo a la mañana y a la noche y se enjuaga con manzanilla o agua de rosa durante tres o cuatro meses.
VARICES
1.
Aplicarse a modo de empasto, Aloe Vera molido, papas rayadas, miel y barro (en las noches). Beber una copita del jugo una vez al dia en ayunas.
2.
Hacer una infusión de manzanilla y luego lavar el área afectada con ella. Después aplicar el gel del aloe vera que se encuentra dentro de las hojas. Dejar puesta durante 20 ó 25 minutos. Realizar esta acción durante un mes y medio.

BELLEZA

CREMA ANTIARRUGAS
Ingredientes:
50 gr de aloe
50 gr de pepino
50 ml de agua destilada
Juntamos y batimos el aloe, el pepino y el agua destilada. Se aplica por todo el rostro, incluyendo las patas de gallo incipientes, pero con cuidado de que no nos entre en los ojos. Para que el tratamiento sea lo más efectivo posible, lo mejor es dejar actuar la mezcla durante toda la noche y lavar por la mañana con agua tibia. Es una crema para cutis normales y grasos, para pieles delicadas es mejor filtrar la mezcla y aplicar sólo el líquido. El preparado se puede utilizar durante 7 días, tras los cuales se echa a perder y hay que desechar los restos.

HUMECTANTE DE ALOE VERA PARA PIEL GRASA

Evite la pérdida de humedad natural que sufre la piel. Aplicar la gelatina o gel que se encuentra dentro de la penca del aloe directamente sobre la superficie. Ello no sólo suaviza y embellece, sino principalmente regenera el tejido






MANCHAS CUTANEAS
Ingredientes:
Aloe
Limón
Leche
Primero en un bol ponemos dos cucharadas de leche con chorrito de zumo de limón. Al final del día untamos bien la mancha con esta mezcla, masajeando para que la piel lo absorba. Cuando esta loción se ha secado, aplicamos encima de la zona afectada pulpa de aloe vera. Lo cubrimos con una venda y lo dejamos toda la noche, para que el aloe tenga tiempo de actuar. A la mañana siguiente, antes de salir de casa, no hay que olvidar aplicarnos crema solar, para que la piel tenga un descanso de los rayos solares, algo que debemos repetir durante los siguientes días.

MASCARA NATURAL
1.Aplicarse la Penca de Aloe en las noches, lavarse con agua tibia y limón en las mañanas.
2.
Batir el jugo de una hoja de la Penca de Aloe, agregarle una clara de un huevo, una copita de leche y medio limón, batirlo todo junto.




MASCARILLA DE ALOE VERA PARA PIEL CON ACNE
Quitar la corteza de la sábila, picar y llevar a la licuadora. Añadir agua purificada. Aplicar sobre el rostro y dejar actuar 20 minutos. Retirar con agua natural.

JABON
 
Ingredientes:
180 gr de Sosa caústica en escamas o glicerina
1 litro de Aceite nuevo (o usado bien filtrado)
1 litro de Agua templada
Aloe veraMenta o cualquier otra planta o esencia
Ambas son utilizadas en fresco, de la planta al jabón directamente.

Hacer la infusión con hojas frescas de menta. Cortar de 2 a 4 hojas de  Aloe Vera segun el tamaño, las más antiguas.Utilizar solo la parte de dentro.Licuar o batir con la infusión de menta después de colarla.
En un recipiente poner la sosa caústica, el jugo de el Aloe Vera con la menta, el aceite y batir con la batidora  hasta conseguir que se espese la mezcla. (cuidado al manipular la sosa pues quema al contacto y los gases que producen son tóxicos si se inhala bastante cantidad, pero con cuidadin no hay peligro)
Forramos un recipiente con varias capas de papel de periódico para que vaya absorbiendo el agua que suelte el jabón, y sobre este pondremos dos capas de papel de horno, para que así no se quede la parte inferior impregnada de la tinta del periódico.Volcamos con cuidado todo el jabón en el recipiente.
Cuando pasen aproximadamente 24 horas que ya estara cuajado, pero no duro, comprobar tocando la superfície con el dedo y que no se hunda al presionar con suavidad, entonces se corta en trozos y ya está.